
Un título drástico para este post. En realidad me ha nacido hoy escribir sobre esto porque desde hace algunas semanas he estado recibiendo muchos mensajes de chicas que me preguntan sobre ¿cómo supero los fracasos? Algunos otros mensajitos son para desahogarse un poquito, para liberar las penas.
Los fracasos están siempre a la orden, y es que una persona emprendedora con sueños y muchas ganas de conquistar al mundo siempre vivirá rodeada de ellos. No somos inmunes a regarla muchas veces, yo la he regado un montón.
Me la he pasado de fracaso en fracaso, desde que tengo memoria. Probando una cosa y cambiándola por otra, pero eso no significa que este mal, simplemente demuestra que estoy intentando descubrir el camino de mis sueños.
Yo te puedo decir hoy, que hasta el momento no he conocido a una sola persona que no se haya equivocado. Hasta los grandes y fuertes han echado todo a perder alguna que otra vez, pero lo importante de todo eso es el mensaje que les ha quedado grabado de esos fracasos.
Enfrenta el fracaso como una oportunidad para crecer, como un aprendizaje continuo, como una ventaja que te da la vida para que conozcas más sobre lo que se puede lograr más fácil y lo que cuesta un poquito más. Vivamos en el mundo real, olvidémonos de las redes sociales, novelas, series, películas que nos muestran que en la vida todo es color de rosa. No es cierto, porque no es así, nadie tiene una vida así. Sólo existen personas que han aprendido a lidiar con todos sus fracasos, y los han tornado positivos.
Hace apenas unos días mi esposo me estaba contando una película sobre la domesticación de los perros. Que si eres amante de los perros, quizás ya has escuchado eso que dicen de que en realidad son lobos que el hombre domesticó y convirtió en su amigo más leal.
Y para no hacerte el cuento largo, en la película tenemos a un chico que se atrevió a ayudar a un lobo, cuando estuvo herido y abandonado por su manada. Se atrevió a curarlo, con riesgo de que el lobo lo mordiera y terminará siendo la cena. El riesgo que quizo correr fue enorme, porque estaba en juego su vida, y aún así lo hizo. Quizás esta historia haya sido real ó no, pero si lo fue, que agradecidos podemos estar con este chico que hizo lo imposible, posible. Sin él, no tuviéramos a nuestras hermosas mascotas en casa.
Sea factible ó no, hubo un chico que intento y corrió el riesgo. Su amor por los animales, lo hizo cambiar de parecer y elegir entre ayudarlo o sacrificarlo antes de que se lo comiera.
Hoy quiero decirte eso, que mientras tengas amor y pasión por lo que estás creando ó haciendo, mientras tú creas que se puede, llegará a tu mente la forma de lograrlo. Aprenderás mucho en el camino, habrá días en que no sabrás como hacerle, otros en los que te sentirás con toda la energía y motivación para lograrlo, y muchos más en que estarás llorando a mares porque no resultó como planeabas.
Es parte de emprender, es parte de intentarlo y arriesgar. Y si algo te hace diferente, es eso. Tú valor para intentarlo, arriesgar y seguir luchando por eso que deseas lograr. Muchas veces no tendrás idea de qué estás haciendo, y querrás abandonar todo para irte por lo “más fácil.” Pero lo que quizás aún no has notado, es que tú tienes la capacidad para convertir eso difícil en fácil. Ser valiente es una cualidad tuya que debes valorar, porque a pesar de que te esté yendo mal y que no hayas logrado lo que buscabas en este momento, tienes ganas de seguirlo intentando.
Y no puedo darte consejos de como lograr que ningún fracaso te afecte, porque estaría mintiendo. Llorar las penas por un rato, sólo por un rato, cuando las cosas no salen esta bien. Lo que no esta bien es quedarse enfrascado en ese fracaso y no volver a intentarlo.
Habrán nuevas formas de que puedas lograrlo y si sigues siempre a tu corazón, lo lograrás una vez que haya aprendido todo lo que tenías que aprender antes de alcanzarlo.
A estas alturas de mi vida, el único consejo que puedo darte, es “sigue intentándolo”. Si caes, vuelve a levantarte. Rodéate de personas que crean en tí y te motiven a a no rendirte. No dejes que los pequeños peldaños amarguen tu sueño. Busca la manera, y si estás cansada de todo lo que ha pasado, descansa. Pero estoy segura, de que si en realidad tienes muchas ganas de lograrlo, volverás a intentarlo.
Deja que las cosas tomen su paso, deja que la vida fluya a su ritmo. Aprender es lo más bonito que puede sucederte, y los fracasos son sólo eso. Una forma más de aprender hacía donde tienes que girar el barco.
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