Ya no quiero ser perfecta

A eso que le llamas perfección, la creatividad le llama límite.  Querer ser perfecta todo el tiempo, supone un riesgo peligroso para esa niña que llevamos dentro.

¿Te acuerdas de cuando eras pequeña y jugabas creando cosas sin preocuparte por saber si estaba bien o mal? ¿Si era perfecto o imperfecto?

Tal vez no lo recuerdes, pero lo has detectado en los niños que viven a tu alrededor.

La perfección es un invento, y no vale la pena seguir teniéndola en tu vida.

Cuando creamos algo, nos aseguramos de que este tan perfecto que muchas veces no nos atrevemos  a enseñarlo porque no es lo bastante bueno para nosotros.

Pero, te has puesto a pensar ¿qué es lo realmente bueno?

¿Algo que invento otro ser humano, que otro humano más le dio el crédito de ser lo mejor que haya visto, y qué los demás humanos le creyeron? Válgase la redundancia.

Las perspectivas cambian y los gustos también, se forman de acuerdo a la cantidad de cosas que has leído o visto durante toda tu vida.

¿Vale la pena ser perfecta? Aquí tienes 5 razones por las que deberías pensártelo dos veces.

¿Porque dejar de ser perfecta?

1. Te hace perder tiempo. Si estás creando un proyecto y no lo has enseñado nunca por miedo a que no sea lo suficientemente bueno, estás perdiendo el tiempo.
2. Cada ser humano es único. Y tú también lo eres, no hay nadie en este mundo que se parezca a ti ó por lo menos no se ha demostrado. Lo que tú haces, quizás nunca lo vuelva a hacer nadie más.
3. Nunca vas a lograr la perfección. Siempre habrán detalles que no te gustarán. Siempre.
4. Es un límite. Como te dije al principio, tratar de que todo salga bien te impide avanzar más rápido. Muestra al mundo lo que traes, y durante el camino podrás ir cambiando las cosas que no te parecen.
5. No te deja ser quien eres. Crear libremente es lo más bonito que puedes experimentar, los errores van a revelarse poco a poco.

“Muchas veces nos liamos queriendo acertar con los detalles. Corregimos nuestra originalidad para convertirla en una uniformidad que carece de pasión y de espontaneidad.” Julia Cameron.

¿Dejamos la perfección a un lado?

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